21 abr 2005

LADY ERA UNA COLLIE que le regalaron a mi papa por ayudar a su mama (la de la perra, no la de mi papa) a tener a los cachorritos. Yo no me acuerdo de ella, a pesar de que estuvo conmigo hasta antes que naciera mi hermana. Era muy vaga y se perdio.

De niña siempre quise un perro. Y como mi mama no queria (ya bastante tenia con cuidarnos) yo me creia perro. Me hacia 2 colitas muy altas y andaba en cuatro patas (sin albur) por toda la casa. Incluso mi sistera me amarraba con una soga en el cuello. Ya que tuve como 11 años, un dia de reyes mi papa nos llevo a comprar un perro. Mi mama no estaba, llegaba al dia siguiente. Y asi fue como tuve a Dogy, un cocker medio loco.

Aun eramos niñas -no como las fans de britny de hoy- asi que Dogy Dagoberto fue nuestra muñeca. Le dimos una cobija y el perro encantado la llevaba a todos lados y se dormia con ella en el hocico. Ademas gustaba de dar vueltas como loco en el jardin, hasta le hizo un caminito todo gastado. Al pobrecito lo atropellaron un dia. Me mordio antes de morirse y sufrimos mucho. Incluso mi papa nos dopo para poder dormir y dejar de llorar.

Un tio supo que estabamos muy tristes y, aunque mi mama no queria, nos dio a Wilby Norberto, un poodle medio puñal. Otra vez lo tratamos como muñeca y por eso se hizo medio delicadito. Pero fue todo un semental. En mi colonia no saben quienes somos, pero cuando gritamos Wilby! sale alguien por ahi que tiene un descendiente suyo. Hoy Wilby tiene 15 años y ya no ve bien, se enoja mucho y es medio incontinente, pero todos lo adoramos. Bueno mi papa no tanto porque Wilby odia a los hombres y basta con que le hagan cara fea para que los muerda.

En cuanto tuve dinero propio, me dio por recoger perros y hallarles dueño. Asi tuve unos meses a la Negrita, una callejera feisima pero que estaba preñada y no iba a dejarla tener a sus escuincles en la calle. Nacieron en halloween las ratitas esas. Estuvieron en mi casa un mes y la Negrita poco mas. Yo me la queria quedar, pero el sangron del Wilby se puso muy pedante y no queria ni tomar agua del mismo plato que ella. Llore mucho cuando se la llevaron.

Asi recogi a varios perros y los daba en adopcion pronto, para evitar encariñarme de mas. Pero cuando Palomo (un perro callejero de por mi trabajo) se enfermó, ya no vivia con mis papas y me lo lleve. Tardo unos meses en curarse, pero de ser un flacucho sin pelo, termino un muy gordo Labrador amarillo. De tan fuerte que se puso, lo tuve que meter a entrenar, porque el era quien me sacaba a pasear.

Palomo ha sido el perro mas inteligente que he conocido. Sabia dar la pata y aprendio a echarse, saltar vallas y a quedarse quieto. Y sobre todo, sabia perfectamente como manejar a las personas, y cuando hacia algo mal. Incluso una vez que le andaba, se hizo en la regadera, como que supo que ahi se iba el agua, porque nunca andaba por el baño. Cazaba ratones y cualquier cosa que se moviera. Yo lo trataba mejor que a nadie, le compraba juguetes mas que a un niño, lo llevaba de vacaciones... bueno, quien nos conocio juntos sabe lo que digo.

Sin embargo nunca se le quito lo callejero, pero siempre volvia, nunca se perdia. Me lo lleve a queretaro y ya se me habia escapado antes, pero un dia no volvio. Como vivia sola, al principio no podia estar en mi casa sin el. Tarde mucho en poder ver incluso un programa de animal planet.

Ahora se que cuando regrese a Mexico voy a adoptar otro, pero que no sea tan vago.


Wilby Norberto